¿Qué deberían saber y ser capaces de hacer los estudiantes que reciben una buena educación científica?
·
Experimentar curiosidad
·
Hacer preguntas
·
Pensar críticamente
·
Resolver problemas
·
Atreverse a asumir riesgos
·
Registrar información
·
Pensar en forma independiente
·
Comunicar lo aprendido
·
Observar el mundo natural
·
Trabajar en equipo
·
Entender la ciencia como proceso
·
Disfrutar de la naturaleza
·
Adquirir habilidades tecnológicas
·
Tomar conciencia sobre oportunidades.
Gracias a la generación de
conocimiento y a la transferencia de éste a la tecnología, se genera innovación
y, en consecuencia, productividad. Además, la ciencia constituye un eje
estratégico del desarrollo humano, ya que implica no sólo el fortalecimiento de
la capacidad crítica y creativa de una sociedad (Alberts, 2008; Láscaris, 2008,
citados en González-Weil, Cortéz,
Bravo, Ibaceta, Cuevas, Quiñones, Maturana, & Abarca, 2012) ),
sino también una contribución a la inclusión y equidad social, bajo la idea de
que en la actualidad el contar con competencia científica –entendida como un
conjunto de conocimientos, capacidades y actitudes científicas- permite una
mejor comprensión del medio y el poder participar de manera fundamentada en la
sociedad (Macedo y Katzkowicz, 2005, citados en citados en González-Weil, el at, 2012)); lo que
implica además, una convivencia armónica y respetuosa con el entorno natural.
En este contexto, la educación científica tiene una importancia crítica
no sólo para la Ciencia, también para el Mundo, convirtiéndose en uno de los
pilares de la transformación de nuestras sociedades, contribuyendo a la
equidad, la educación y la cultura (Reimí, 2002, Alberts, 2008 en González-Weil, el at, 2012).
La indagación en el aprendizaje de las ciencias
La educación, históricamente, ha sido considerada como el principal mecanismo para lograr el desarrollo de los pueblos, tanto así, que la calidad educativa está directamente relacionada con el grado de desarrollo de la ciencia y la tecnología.
En la escuela, la forma
más habitual de trabajar las ciencias, sobre todo en los niveles inicial y
primaria, está centrada en el profesor, en las explicaciones y presentaciones
de los contenidos científicos que luego el estudiante aplica, repetitivamente,
en ejercicios y donde «los experimentos se utilizan sobre todo a modo de
ilustración» (Informe Rocard, 2007citado en Pavón, 2014) mediante guiones que
determinan su finalidad y el procedimiento de realización. Este tipo de
instrucción ha recibido diferentes apelativos pero, de forma genérica, se
denomina tradicional, expositiva, deductiva o no-indagativa (Domin, 2007;
Informe Rocard, 2007 en Pavón, 2014).
La indagación se define
como la habilidad progresiva para poner en práctica los procesos y actitudes
propios del análisis sistemático y de indagación científica: identificar y
plantear problemas relevantes; realizar observaciones […] con conciencia del
marco teórico o interpretativo que las dirige; formular preguntas; localizar,
obtener, analizar y representar información cualitativa y cuantitativa;
plantear y contrastar soluciones tentativas o hipótesis; realizar predicciones
e inferencias de distinto nivel de complejidad; e identificar el conocimiento
disponible […] necesario para responder a las preguntas científicas, y para
obtener, interpretar, evaluar y comunicar conclusiones… (MEC, 2007, citado en Pavón,
2014).
El Programa de Educación en Ciencias (ECBI) del IAP
ha formulado la siguiente definición de la educación en ciencias basada en la
indagación: ECBI significa que los estudiantes desarrollan progresivamente
ideas científicas claves mientras aprenden a investigar y construyen su
conocimiento y comprensión del mundo que los rodea. Ellos utilizan
habilidades empleadas por los científicos tales como hacer preguntas,
recoger datos, razonar y revisar evidencia a la luz de lo que ya se conoce, extraer
conclusiones y discutir los resultados. Este proceso de aprendizaje está
apoyado por una pedagogía basada en la indagación, donde la pedagogía se
entiende no sólo como el acto de enseñar, sino también como las
justificaciones que lo sustentan. (Harlem, 2013)
Las actividades que se
llevan a cabo durante la indagación en el aula o el laboratorio (Garritz,
Espinosa, Labastida y Padilla, 2009 citados en Garrit, 2010) son:
1.
Identificar y plantear preguntas que puedan ser respondidas
mediante la indagación;
2.
Definir y analizar bien el problema a resolver e identificar sus
aspectos relevantes;
3.
Reunir información bibliográfica para que sirva de prueba;
4.
Formular explicaciones al problema planteado, a partir de las
pruebas;
5.
Plantear problemas de la vida cotidiana y tocar aspectos
históricos relevantes;
6.
Diseñar y conducir trabajo de investigación a través de
diversas acciones (Reflexionar sobre las observaciones y fomentar la
búsqueda de patrones en la información; Generar relaciones hipotéticas y
pruebas entre las variables; Postular factores causales potenciales; Evaluar la
consistencia empírica de la información; Hacer uso de analogías y/o de la
intuición para ayudar a conceptualizar los fenómenos; Formular y manipular
modelos físicos y mentales; Utilizar herramientas apropiadas y técnicas para
reunir, analizar e interpretar datos; Pensar crítica y lógicamente para
desarrollar predicciones, explicaciones y modelos empleando las pruebas;
Coordinar los modelos teó- ricos con la información; Evaluar las explicaciones
alcanzadas, con algún modelo científico; Comunicar hechos y procedimientos
científicos en la clase);
7.
Compartir con otros mediante argumentación lo que ha sido
aprendido a través de indagación.
Bibliografía
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Autónoma de México, ISSN 0187-893-X. Consultado
en http://garritz.com/andoni_garritz_ruiz/documentos/2013/04_editVol21-2Indagacion2010.pdf
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Corina, Cortéz, Mónica, Bravo, Paulina, Ibaceta, Yasnina, Cuevas, Karen,
Quiñones, Paola, Maturana, Joyce, & Abarca, Alejandro. (2012). La
indagación científica como enfoque pedagógico: estudio sobre las prácticas
innovadoras de docentes de ciencia en EM (Región de Valparaíso). Estudios
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